¡VIVAN LOS APÓSTOLES!

Al final de estos cuatro domingos que tenemos por delante, el viernes 28 de octubre celebraremos la fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles. Debo confesar que siempre he sentido mucha devoción por los apóstoles –no dudo de que algo tiene que ver el hecho de ser del barrio de Sant Andreu del Palomar, de Barcelona–, porque a través de su testimonio he conocido la Buena Noticia de Jesús de Nazaret.
Si os fijáis, hay dos «tradiciones» para hablar de los Doce después de la traición de Judas Iscariote: los Hechos de los Apóstoles presentan a san Matías como a su sucesor, pero, si miramos la mayoría de las representaciones que abundan en las iglesias y catedrales, a menudo san Pablo es quien ocupa esta posición.

Además, mirando el calendario, todas las fiestas de los apóstoles se encuentran entre mayo y diciembre. No sé si esto tiene algún significado o si esta reflexión daría para un estudio más profundo. Personalmente, y pensando en la celebración que tenemos en el horizonte más cercano, me quedo con la idea de que san Simón y san Judas son un ejemplo y nos ayudan en el camino de la humildad: porque todos piensan primero en Simón Pedro, y ese Judas que no fue traidor está más olvidado.

Miquel Álvarez