Con este delantal en el número 9 de Misa Dominical termino mi etapa como director de nuestra revista. Han sido quice años de servicio que valoro muy positivamente, y por ellos doy gracias a Dios y también a todos los que lo han hecho posible: al equipo de redacción y administración del Centre de Pastoral Litúrgica, a los diferentes consejos de redacción que han trabajado estos años, a los colaboradores y también, claro está, a todos los suscriptores, lectores y usuarios.
En este período he tenido el privilegio de celebrar los 50 años de la revista, en 2018, con todos los actos que tuvieron lugar y con la concesión del Premio Bravo de comunicación pastoral. Fue una ocasión para volver a las raíces (con el obispo Pere Tena, promotor del CPL y de la renovación litúrgica en nuestra casa), recordar el trabajo realizado por los anteriores directores (Joaquim Gomis, Josep Lligadas y José Aldazábal), y evidentemente de proyectarnos hacia el futuro.
Con la satisfacción de constatar que los objetivos fundacionales continúan muy vigentes: ofrecer materiales para la formación litúrgica de presbíteros y laicos, en la línea de la reforma conciliar, así como subsidios prácticos para preparar y celebrar la misa dominical de un modo digno y participado, que ayuden a los fieles y comunidades a vivirla con intensidad, profundidad y con todo el fruto para su vida cristiana. Paso el relevo a David Álvarez, con la certeza de que conducirá esta nueva etapa con acierto y renovación; y quedando siempre a vuestra disposición.
Xavier Aymerich