Estos son unos días excepcionales como ciudadanos en general y como cristianos en particular a consecuencia del confinamiento para superar el coronavirus COVID-19.
Los fieles no pueden asistir a las misas y, por tanto, no pueden comulgar. Mirar la misa por la televisión, el ordenador, el móvil o escucharla por la radio es, en este momento, el consuelo de muchos cristianos y cristianas.
Desde la revista Misa Dominical ofrecemos dos modelos de oración de comunión espiritual para acoger a Jesucristo en nuestro interior. Se pueden rezar en el momento de la Eucaristía en que, cuando estamos presentes, vamos a comulgar. El primer modelo es una versión ligeramente adaptada de la oración clásica de san Alfonso María de Liguori (siglo XVII) que se puede encontrar en los devocionarios tradicionales de muchas lenguas; y la segunda es una versión nueva redactada especialmente para esta circunstancia.
Jesús, Señor mío y Dios mío,
presente en el Santísimo Sacramento.
Te amo sobre todas las cosas y te querría en mi casa.
Y, ya que no puedo recibirte ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Me uno y me abrazo todo a ti;
no permitas que jamás me separe de ti.
Amén.
Oración de comunión espiritual cuando se sigue la celebración de la Eucaristía a través de los medios de comunicación:
Señor Jesús,
unido (unida) a esta celebración de la Eucaristía
en la que no puedo participar,
te doy gracias por el don constante de tu amor
y por tu presencia que acompaña nuestras vidas
en todas las situaciones y en todos los momentos.
Creo, Señor Jesús, en tu presencia viva
en el pan y el vino que ponemos sobre el altar y que,
por la gracia del Espíritu Santo,
se convierten en tu Cuerpo y tu Sangre
ofrecidos por nuestra salvación.
Puesto que no puedo recibirte sacramentalmente,
te pido, Señor Jesús,
que vengas espiritualmente a mi interior,
y me uno a ti con toda el alma.
Señor Jesús, guíame y acompáñame,
y haz que camine siempre
en el amor a ti i en la fidelidad a tu Evangelio.
Foto referencial: Pixabay dominio público