LA CELEBRACIÓN DE LOS 50 AÑOS, AGRADECIMIENTO Y COMPROMISO

El pasado miércoles 14 de noviembre se celebraron los 50 años de nuestra revista Misa Dominical. Fue un acto emotivo, pero a la vez lleno de contenidos. Desde el momento inicial, con la oración de Tercia y la presentación a cargo de Josep Maria Romaguera, presidente del CPL, del cardenal Juan José Omella y de Xavier Aymerich, director de Missa Dominical, se puso de manifiesto el agradecimiento por el papel que Missa Dominical ha jugado en la recepción de la reforma conciliar y de la renovación de la liturgia en nuestro país, ayudando pastores y comunidades a hacer unas celebraciones mejor preparadas y más vividas y participadas. Las conferencias aportaron muchas reflexiones. La de Josep Lligadas, recordando la historia y las grandes intuiciones de Misa Dominical: “MD, 50 años al servicio de la Iglesia”. Y la del obispo Joan Enric Vives, una interesante catequesis sobre cómo “Hacer de la misa dominical un alimento de vida para la comunidad cristiana”, a partir de la conocida expresión de los mártires de Abitínia del siglo IV “Sine dominico non possumus”, de la carta apostólica del papa san Juan Pablo II “Dies domini” y de las resoluciones del Concilio Provincial Tarraconense. También la mesa redonda, con la participación de Anna-Bel Carbonell, Joan Torra y el director de la revista, conducida por la periodista Laura Mor, aportó nuevas reflexiones sobre la misa dominical hoy, en las familias, y en un contexto más amplio de celebración y de vida cristiana.

Todos hicieron una valoración de la labor realizada hasta ahora, con la convicción de que el objetivo fundacional de Misa Dominical se mantiene bien vivo. Todos juntos podemos constatar con gozo que nuestras eucaristías tienen un buen nivel de calidad celebrativa, y que los fieles sacan un buen fruto para su vida cristiana. Pero al mismo tiempo se mencionaron o intuyeron algunos de los retos que tenemos planteados de cara al futuro a los que habrá que dar respuesta. Sobre todo por los cambios en la sociedad, que tanto han influido en la Iglesia y en nuestras celebraciones.

Los retos y compromisos de “Missa Dominical” y del Centre de Pastoral Litúrgica

Una sociedad moderna y secularizada, con gran pluralismo ideológico y con dificultades para plantearse el hecho religioso, ha provocado la crisis de la transmisión de la fe, y como consecuencia unas comunidades envejecidas y debilitadas, con falta de vocaciones y por tanto de ministros ordenados. Algunas de las dificultades que aparecieron fueron la falta de conexión con las nuevas generaciones, que ya no tienen la presión del precepto pero que a menudo tampoco se sienten urgidas a participar en la misa comunitaria del domingo; la situación de las familias, que viven con unos ritmos diferentes, muy apretados de actividades el “fin de semana”; el lenguaje de muchos textos litúrgicos, los nuevos modelos de comunicación… Todo ello son dificultades que se convierten retos, y ante las que hay que seguir reflexionando y buscando nuevos caminos. Insistiendo, eso sí, en los grandes criterios de la reforma conciliar: la formación para entender el sentido de los ritos, la participación activa y fructuosa, la centralidad de la Palabra de Dios, el sentido comunitario y eclesial… Una liturgia evangelizadora e interpeladora, fiel a la Iglesia y a las formas establecidas, pero que conecte y anime la vida cristiana de los fieles y de las comunidades, de hoy y de mañana.

Son los objetivos y el compromiso de trabajo de Misa Dominical, y de todo el Centre de Pastoral Litúrgica, a partir de este aniversario y de cara al futuro.

Álbum de fotos en el Facebook © Antoni M. C. Canal