Qué nos dice la liturgia sobre los lugares de culto. Por Adolfo Lucas Maqueda
Fernando López Arias realiza en esta monografía un profundo estudio sobre el Espacio litúrgico, poniendo en relación la arquitectura y la teología litúrgicas. La publicación recoge parte de la investigación de López Arias sobre el tema, que contribuye al diálogo y a una mejor comprensión de cómo ha de ser el espacio que alberga la liturgia de la Iglesia.
Tres son las cuestiones que el autor desarrolla. La primera trata del origen del concepto Espacio litúrgico. En ella se remite al contexto filosófico y teológico en el que surgió, y que desemboca en la reflexión actual impulsada por el Concilio Vaticano II.
La segunda cuestión es la dedicada a estudiar la evolución que experimentó dicho concepto en el siglo pasado, en el que tuvieron un papel destacado las ciencias humanas. Así, el debate contemporáneo sobre lo sagrado, la iglesia-edificio y el espacio del templo cristiano responden a exigencias funcionales y simbólicas.
Por último, la tercera cuestión se centra en la teología del Espacio litúrgico según Joseph Ratzinger, quien lo sitúa desde la perspectiva de la historia de la salvación, y cuyas claves de interpretación se encuentran en la sinagoga (Israel), en la Encarnación, Resurrección y Ascensión de Cristo y en el Pueblo de Dios–Sacramento (la Iglesia).
En este punto, se hace una interesante reflexión sobre el espacio litúrgico como dimensión cósmica, histórica y escatológica al hablar de su orientación, del uso de la luz natural y de la ubicación de la Cruz.
En definitiva, el objetivo del estudio es mostrar qué nos dice la liturgia de la Iglesia acerca de cómo han de ser los espacios que alberguen la misma vida litúrgica; siempre teniendo en cuenta, claro está, que los espacios litúrgicos son simbólicos, pues comunican un mensaje de salvación a través de sus formas y elementos. De ahí que, como señala el autor del estudio en la introducción, no sea “casual ni arbitrario que, por ejemplo, una importante parte de la iniciación cristiana tenga lugar fuera de la nave de la Iglesia”.
En sus páginas, el lector encontrará algunas ilustraciones gráficas y un buen número de referencias a iglesias construidas en todas las épocas de la historia, así como a otros espacios celebrativos y elementos iconográficos que pueden observarse en las obras maestras del arte cristiano.
La monografía va dirigida de manera particular a lectores iniciados en teología litúrgica, pero será de utilidad a cualquier sacerdote o fiel cristiano: le ayudará a conocer mejor y a amar más profundamente este aspecto central de la vida de la Iglesia que es la acción litúrgica.