La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado una nota sobre el Miércoles de Ceniza, adaptando el rito de la imposición de la ceniza a las medidas de seguridad sanitarias establecidas en este tiempo de pandemia. Reproducimos las indicaciones que se dan en ella:
«Pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o bien: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”. Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él (o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar). Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada». Dando por sentado (aunque sea bueno recordarlo) que todos llevan puesta la mascarilla y que durante la procesión para ir a recibir la ceniza se guardan las distancias de seguridad.
La nota está firmada el 12 de enero de 2021 por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, y por Mons. Arthur Roche, arzobispo secretario.